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Rana cargando libros y calculadora

ESTRÉS: ¿Qué es? ¿Cómo lo puedo manejar?

Hace miles de años, cuando el hombre tenía la necesidad de cazar sus alimentos, de defenderse ante algún depredador o de proteger su territorio y a su familia de situaciones de peligro, este reflejo le permitía bombear más sangre del corazón y al cuerpo para poder aumentar el tono muscular, la frecuencia cardíaca, tensión arterial, agudeza visual entre otros cambios, los cuales le servían para aumentar la posibilidad de supervivencia, estos cambios regresaban a su estado natural una vez que pasaba el peligro.

En la actualidad hay ocasiones en que el peligro acecha y despierta este reflejo, por ejemplo; al ver en la calle que un perro nos ataca, se activan mecanismos del sistema nervioso que nos permite reaccionar más rápido, correr más rápido, incluso podemos brincar algún cerco o barda que en condiciones normales nos sería difícil.

Hoy en día situaciones cotidianas como películas, partidos de fútbol, algún pendiente en la escuela o trabajo, deudas, inclusive una contingencia de salud como la que estamos viviendo actualmente, nos despierta un reflejo de defensa primitivo que llamamos ESTRÉS. El cuerpo lo reconoce y lo tolera, sin embargo cuando este reflejo está presente por periodos prolongados es cuando inician los daños a la salud. Sus complicaciones se dividen en tres grupos:

1. Psiquiátricas; en donde tenemos a la ansiedad, depresión, abuso de sustancias tóxicas y suicidio.
2. Psicosociales; es en donde está la violencia en cualquiera de sus presentaciones.
3. Somáticas; en donde tenemos que hay una disminución de las células de defensa, una alteración hormonal y una predisposición a infecciones.

Para que cuides de tu salud mental, se recomienda:
🔹 Mantener contacto con tus seres queridos
🔹 Busca un tiempo libre; así como hay horario de trabajo busca un horario de descanso
🔹 Promueve actividades de interacción; tener actividades nuevas o escuchar nuevas ideas ayuda a activar el cerebro.
🔹 Externa tus emociones; el platicar lo que sentimos es una manera de terapia y en ocasiones el vernos reflejados en otra persona nos ayuda a entendernos mejor.

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Dos poderosas técnicas que te van a ayudar a disminuir los niveles de estrés.

A continuación te presentamos dos poderosas técnicas que te van a ayudar a disminuir los niveles de estrés, además de estas técnicas, practicar deporte o meditación es una excelente manera de manejar niveles elevados de estrés.

Práctica y desde el día uno siente los beneficios de estar un poco más relajado, pero te invito a que practiques un ejercicio diario por tres semanas para que puedas valorar y sentir los beneficios de vivir una vida con niveles reducidos de estrés.

1.-TÉCNICA DE RELAJACIÓN

Esta técnica de relajación fue desarrollada por el médico estadounidense Edmund Jacobson en la primera mitad del siglo XX, y aún al día de hoy es muy utilizada.

¿En qué consiste?

Consiste en ir relajando los grupos musculares del cuerpo de manera progresiva, como si se tratase del recorrido de un pequeño tren imaginario. Es un ejercicio muy útil para reducir la ansiedad relacionada con procesos físicos como el deporte o el seguimiento de horarios estrictos. Sin embargo, hacerlo te llevará tiempo, por lo que nos debemos de asegurar que disponemos del necesario para evitar distracciones.

¿Cómo realizarla?

Calcule 15 minutos para realizar este ejercicio.

Para realizar esta técnica de relajación, sigue estos pasos:

1. Acuéstate hacia arriba o siéntate en un lugar cómodo, haciendo que piernas y brazos estén en paralelo. Si decides sentarte, haz que las palmas reposen sobre tus muslos. Puedes usar grabaciones con sonidos relajantes y cierra los ojos.

2. Dedica unos segundos a respirar profundamente con el diafragma.

3. Concéntrate en las sensaciones que te produce tu pie derecho. Visualízalo mediante la imaginación y, cuando notes que toda tu atención está puesta en él, contrae con fuerza los músculos de esa parte del cuerpo haciendo que tu pie se tense durante 5 segundos.

4. Vuelve a hacer que todos los músculos del pie queden totalmente relajados. Concentra tu atención en la sensación de calma que te produce esa parte del cuerpo durante unos 20 segundos.

5. Repite este proceso con tu otro pie, los gemelos y los muslos de cada una de las piernas, tu abdomen, los pectorales, los brazos, las manos, la espalda, el cuello, la mandíbula, la cara y el cuero cabelludo.

6. Respira profundamente durante 20 segundos y abre los ojos.

2.-TÉCNICA DE RESPIRACIÓN

Otra herramienta sugerida es la de respiración con el diafragma. Muchas veces, el simple hecho de modificar el modo en el que respiramos hará que se desencadenan una serie de procesos en nuestro cuerpo que harán que la ansiedad disminuya significativamente. Esto, sumado al hecho de que las técnicas de relajación relacionadas con la respiración son muy fáciles de realizar, hace que la respiración diafragmática sea un ejercicio ideal para iniciarse.

¿En qué consiste?

El objetivo de esta técnica es hacer que aprendamos a prestar atención a nuestra respiración y que nos entrenemos para llegar a respirar de manera óptima, haciendo que el abdomen tenga más protagonismo que el pecho.

¿Cómo realizarla?

Calcule 15 minutos para realizar este ejercicio.
Los pasos a seguir para realizar esta técnica son los siguientes:

1. Acuéstate en una superficie plana mirando hacia arriba y manteniendo una postura recta, aunque sin contraer los músculos. También puedes sentarte en una silla haciendo que tus muslos estén paralelos y formen un ángulo de 90 grados respecto al tronco.

2. Pon la palma de una de tus manos sobre el pecho y la otra sobre tu abdomen. Durante 20 segundos, dirige tu atención hacia cómo la respiración hace que estas dos zonas se muevan.

3. El hecho de que el pecho se mueva mucho más que el abdomen es un signo de respiración superficial, que hace que muchas veces nos falte oxígeno, aunque no nos demos cuenta de ello.

4. Durante un mínimo de 3 minutos, debes guiar tu respiración para hacer que la mano que reposa sobre el abdomen se mueva más que la que hay sobre el pecho. Para conseguirlo, inhala profundamente por la nariz durante unos 5 segundos y mantén el aire en la zona del vientre durante un par de segundos. Después, exhala por la boca durante otros 5 segundos.

Esta y otra información la puedes encontrar en:
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