Es complicado lograr que una actividad que se realiza se vuelva un hábito, pero más complicado aún es lograr que este hábito se haga permanente. En su libro Hábitos Atómicos, James Clair nos habla de tres capas que debes entender para lograr que un hábito se vuelva permanente y evitar el efecto rebote.
1.- La primer capa es LA META:
A veces la meta no es la correcta. El ejemplo clásico es la persona que quiere combatir la obesidad y se fija la meta de BAJAR DE PESO. Si en vez de bajar de peso nos ponemos el objetivo de llevar un ESTILO DE VIDA MÁS SALUDABLE, vendrá una disminución de peso entre otras mejoras a la salud. A veces la meta es la correcta sin embargo nos trazamos metas que son muy difíciles de alcanzar, podemos poner como ejemplo a la persona que va al gimnasio y quiere ganar masa muscular en una o en dos semanas, lo más probable es que no lo va a poder lograr y existe la posibilidad de que se genere una lesión.
*Debemos de trazarnos metas que sean realizables y que sean las correctas.
2.- La segunda capa es el MÉTODO:
El método, la manera, el sistema, la herramienta que te va a ayudar a lograr tus objetivos, puede ser el tipo de alimentación, el tipo de ejercicio o el medicamento que tomas, ya que si el tipo de ejercicio, alimentación o medicamento no es el correcto, puede ser muy puntual y aplicado en tu hábito pero no vas a alcanzar los objetivos que tú quieres.
*Debemos encontrar el método correcto.
3.- La tercer capa es el CAMBIO DE IDENTIDAD:
Por último, al tener tu meta definida y un método adecuado vas a la tercera capa, la más profunda, la que explica el efecto rebote y porque no se es tan complejo el continuar con un hábito de manera permanente, la tercer capa es el CAMBIO DE IDENTIDAD. Volverte esa persona que quieres ser y no tanto cumplir un objetivo. El cambio de identidad se refiere a que tú te veas, te sientas y vivas como esa persona que logra esos cambios y cumple esas metas, de esa manera vas a lograr que esos hábitos sean permanentes.
*Anclar los hábitos a un cambio de identidad, los vuelve permanentes.
Siempre es buen tiempo para hacer un cambio en tus hábitos y estilo de vida para mejorar tu salud. Escoge tu meta, tu método, busca el cambio de identidad y ¡manos a la obra!
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